Washington, 9 feb (Prensa Latina) El triplete consecutivo que esperaban los Kansas City Chiefs será para otra ocasión, porque los Philadelphia Eagles le pasaron hoy una aplanadora por encima en el Super Bowl, la final de la Liga Nacional de Fútbol Americano (NFL).
Tampoco le fue de maravilla al presidente Donald Trump, quien llegó al estadio Caesars Superdome de Nueva Orleans para participar del evento deportivo más esperado del año en Estados Unidos y lejos de una efusiva bienvenida, recibió algunos abucheos.
El mandatario, que llegó alrededor de una hora antes del inicio del partido en medio de un fuerte operativo de seguridad, protagonizó la primera vez que un ocupante del Despacho Oval en funciones asiste a un Super Bowl en sus 59 ediciones.
Los Eagles se llevaron el trofeo del Super Bowl LIX (59), tras propinar un marcador de 40-22 a los Chiefs en un choque que desde el principio se fue de un solo lado, contrario a todos los pronósticos, o la mayoría de ellos.
En momentos del enfrentamiento se le escuchó decir a los comentaristas, que los Chiefs de Patrick Mahomes trataban de hacer historia en la NFL al convertirse en el primer equipo en ganar tres títulos consecutivos de Super Bowl, pero que en la noche de este domingo estaban casi ausentes en el campo.
Los Eagles se alzaron con la victoria gracias a 221 yardas de pase, dos touchdowns y una anotación terrestre del mariscal de campo Jalen Hurts.
Para el entrenador del equipo vencedor, Nick Sirianni, fue una jornada de encanto, porque logró sacudirse de las críticas de prensa y fanáticos que hace apenas unos meses atrás le gritaron que lo despidieran.
Este domingo se produjo el mayor margen de victoria para un equipo en el juego por el título de la NFL desde que los Tampa Bay Buccaneers vencieron a los Chiefs 31-9 en el Super Bowl LV, recuerdan reportes de medios locales.
Con este resultado, los Eagles se unieron a los New England Patriots y los Chiefs como las únicas franquicias de la NFL con múltiples victorias en el Super Bowl en los últimos tres lustros.
Nueva Orleans organizó la final de la NFL en 10 ocasiones previas, pero esta undécima coincide con la asistencia de un presidente y el antecedente de un ataque terrorista a inicios de año, por lo que, sin dudas, ha sido la edición del Super Bowl más blindada de la historia.
En cuanto al show de medio tiempo, Kendrick Lamar se lució. Junto a la cantante SZA, el rapero, que fue invitado en el Super Bowl 2022 por Dr. Dre y Snop Dogg, pasó revista en 13 minutos a su trayectoria artística.
«Nunca pensé en estar en un Super Bowl. Pienso en todo el trabajo que me llevó estar acá», subrayó previamente el artista, nacido en California, que tiene 22 Grammy, cinco de ellos los obtuvo hace unos días en la 67 edición de esos premios.
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